jueves, 7 de diciembre de 2017

PAISAJE AL ALBA


PAISAJE AL ALBA
     

Los colores bermejos
de un pudor levantino
más rojo que la piel de la granada,
decoran el rostro del cielo.
Bajo las faldas de la sierra,
el valle del Guadalentín
duerme sobre un remanso de aire
entre ondulados páramos
con el aroma de la sementera
rizando las gramíneas.
La luz se despereza de su sueño nocturno
para ofrecer el ritmo a los humanos.
Cantan los gallos.
Ladran los perros.
Una culebra traza su rastro cauteloso
muy cerca de la cuna de los grillos.
El silencio comprende su condena
porque bajo las tapias de los montes
comienzan a escucharse
los primeros murmullos de la vida.

Entre los goznes de una puerta,
resuenan las bisagras
con quejidos de óxido ya viejo,
y ronca la madera con sueños de carcoma.
Los ojos de un niño pequeño,
se asoman al primer universo que viven
para quedarse absortos
con un instante
de la belleza pura.
Dentro del niño late
el rumor de la sangre agradecida
que hoy es la tinta del poema
con la que va escribiendo
el elogio a su tierra.
Entre los circuitos del ordenador,
una nueva alba
ya conspira contra la sombra
en las ondas eléctricas
de una nube de arena.


(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)



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