lunes, 19 de diciembre de 2016

DIAPOSITIVA


DIAPOSITIVA


La noticia del paso de los novios
tras su boda en la ermita de Altobordo
por la senda de lona moteada
que unía los extremos de mi campo,
era esperada siempre por la infancia
que perdí en el crepúsculo de los años sesenta.
Yo subía el camino pedregoso
que iba desde mi casa hasta la arena del asfalto
con una caña y un trapo de color.
Después de colocar mi señal y bandera
al filo de la grava
esperaba durante largas horas
el sonido metálico del vehículo.
Cuando se aproximaba el coche
con las ventanillas abiertas
se cruzaban igual que diamantes de oro
las blancas claridades de los recién casados
y la sonrisa etérea de mi felicidad.
Sus manos arrojaban dulces y golosinas
envueltas en papeles de sedas arcoíris,
caían como pájaros de crema
exóticos regalos y bizcochos de miel.
Aquel vuelo de luces prodigiosas
poseía los brillos de las constelaciones
que cada noche eran metáforas de sueños
aprendiendo a vivir
sobre la opacidad de mi pobreza.


(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)


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